POR: JUNIOR PEREZ LAGOMBRA
Entre los argumentos que planteaba el sector oficial consistía en que los residentes del Tablón vivían en un área donde la falta de salubridad era ausente debido a las condiciones dada a su cercanía al Río Sosúa en donde los deshechos sólidos y líquidos contaminaban el río y este a su vez vertía toda esta suciedad al mar llegando de esta forma a las playas.
Con esta media verdad se logra el desalojo, pero, el plan continúa a pasito lento y firme en busca de despojar de sus casas, negocios por algún medio “legal” a los residentes de “Las Piedras”, y “Los Charamicos” para crear en nombre del turismo apartamentos de lujo para vacacionar los privilegiados de esta tierra de Dios.
El plan es sencillo y fantástico, consistente en: Quítate tu pa ponerme yo, destrozando de esta forma la manera de vivir de un pueblo que solo sabe trabajar y que los males que les aquejan han sido el producto de las indiferencias de las autoridades que solo han actuado para su propio beneficio, abandonando sus responsabilidades y dándole la espalda a la juventud.
Hoy en día Villa Liberación disfruta del aislamiento y la miseria que le envuelve, una soledad fúnebre, en donde apenas llegan soplos de aire polvoriento a recordarle que la vida es una flor llena de espinas.
Desalojar los Charamicos, sería un recordatorio más en que la historia se repite, al débil se le impone la naturaleza o la fuerza del poder de quienes ejercen los cargos públicos.
Desaparecer un pueblo para construir unos cuantos apartamentos es pavonearse del poder que hace todo lo que quiere.
Si el caso fuera crear una estructura turística para el bien común se trazaría un plan en donde la estrategia involucrara a los sectores que componen esta comunidad y no se estuviera haciendo de forma unilateral y autoritaria.
Un plan en donde los regidores expresaran sus preocupaciones a favor de un pueblo que lo beneficio con sus votos.
Un plan en donde el síndico tratara con transparencia las razones y los beneficios que se perciben para reordenar el municipio integrando a los hombres y mujeres que le favorecieron con el voto.
Un plan en donde la voz de los diputados y senadores retumbaran en defensa de un pueblo que lo favoreció Copn el voto.
Un plan en que la comunidad no sea un obstáculo de desarrollo, sino una parte importante en este engranaje, en donde el pueblo pueda aportar su mejor sonrisa y no preocupación, ira y rabia al sentirse impotente y no tener quien le defienda.
La administración municipal actual y la sala capitular lo único bueno que han hecho es hacer que el pueblo se sienta defraudado y abandonado.
Por lo demás, al pueblo de Sosúa, solo le queda orar por una Justicia Divina… Amén.
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